dimecres, 18 de març del 2009

12-EL VAGABUNDO DE LA CALLE 13

Había una vez un vagabundo que habitaba en la calle 13 del un barrio rico de la Habana solía sentado en una pequeña escalera enfrente de una grande casa abandonada, el vagabundo pensaba con lo que se podía encontrar ahí dentro era una casa que no parecía que el tiempo pasara junto a ella.

El vagabundo era un hombre de media edad de unos cuarenta y pocos años, era un hombre que había tenido muy poca suerte a la vida, sus padres le abandonaron de muy pequeño, y lo llevaron a un orfanato donde vivió y se crió asta los quince años, al salir de el internado no tenía mucho dinero i la situación de aquel pobre joven con dieciséis años no podía encontrar mucha faena.

Tubo suerte y al poco tiempo de cumplir los dieciséis pudo entrar en la cocina de un pequeño hotel llamado “Hotel Habana Pueblo”
Lo llevaba una familia muy amable y de muy buen trato había tenido suerte de poder ir en aquel hotel, trabajaba en la despensa y se encargaba de que todo estuviera en orden.
Trabajo barios años allí, tenia un pequeño piso compartido con un compañero de trabajo.
Todo le iba bastante bien asta que en el hotel comenzó a disminuir la gente que iba en el a causa de un descenso de el turismo i al cabo de unos meses quedó en la calle, no pudo aguantar mucho tiempo pagando el alquiler de su piso, y se quedó en la calle.

Su situación era muy complicada y cada vez se le hacia mas difícil vivir de la amohína, y vivía en una situación precaria, el soñaba con salir de la calle i poder conseguir un trabajo pero la situación en aquel momento no era muy buena para encontrar trabajo.

Un día de invierno en una intensa lluvia y un fuerte viento que no podía soportar decidió entrar en aquella grande mansión, donde el siempre había tenido la curiosidad de entrar y así se dispuso a entrar, entro en el jardín de la parte de atrás, era un jardín bastante grande con muchas hierbas que le hacían mucho mas difícil el paso por ahí, pero lo consiguió y paso el jardín parecía mas grande que des de fuera y así que entro por un pequeña ventana al primer piso de la casa, una vez dentro todo estaba oscuro, pero consiguió abrir un par de ventanas que daban luz a un amplió comedor. Todo estaba vació no había nada ni sillas ni mesas nada de nada.
Y allí paso su primera noche desde hacía tiempo a refugió, la mañana siguiente se despertó temprano la luz entraba por aquellas ventanas amplias que tenia aquel comedor, hacía un tiempo bonito con un sol esplendido digno de un día de primavera
I se dispuso como cada día a ir a la pedir amohína pero aquel día fue distinto i con sus pequeños ahorros fue a comprar una barra de pan i un décimo de lotería como hacía una vez al mes.

Durante vario tiempo estuvo enfermo carió un virus i se le complico la cosa, tubo suerte i los de servicios sociales le llevaron en un hospital cercano para que se cuidaran de el, ahí tenia comida i le trataban como a uno mas i así paso el mes siguiente.
Cuando salió del hospital, otra vez en la calle vio que ya no estaba aquella chica que le vendía la lotería i se empeño en encontrarla i la encontró ahora vivía en una casa a las afueras de la ciudad era una casa esplendida parecía muy nueva, así que se diputó a entrar i ella muy eufórica le abrió i le contó todo lo había pasado, en la lotería del mes pasado toco el premió y ella tenia la mayoría de los billetes de lotería, segundos después el vagabundo pensó que el también tenia aquel billete de lotería y que.. No podía ser le había tocado la latería era rico. Se puso a saltar como nunca lo había hecho nunca era rico! No se lo podía creer.
La mañana siguiente fue a abrir una cuenta al banco para que le ingresaran el dinero que había cobrado.
Y con ello reacio su vida y izo lo que siempre había querido hacer abrir su propio hotel,
Compro la casa en la que había estado el día de lluvia.
Y al cabo de unos meses abrió su hotel llamado Nuevo Habana Norte.
Y así fue como aquel vagabundo llamado Antonio pudo rehacer su vida i hacer todo lo que no había podido hacer.